El elenco marplatense superó este domingo a El Gran Porvenir de San Clemente del Tuyú y manda en la Zona 12 de la Región Pampeana Sur del Torneo Regional Amateur. Después de una hora de poca imaginación y prácticamente nulo peso ofensivo, los ingresos de Goiburu y Diego Martínez maquillaron al equipo marplatense. El primero le sirvió al segundo el gol del triunfo cuando el partido concluía.
Por Sebastián Arana
Kimberley dio un paso fundamental para conseguir su primer objetivo en el Torneo Regional Amateur de fútbol: ganar el grupo y pasar de ronda. Derrotó 1-0 a El Gran Porvenir de San Clemente del Tuyù, el rival más exigente de la zona, con un gol del interminable Diego Martínez a los 44’ del segundo tiempo.
Otra historia es cómo dio este paso el equipo dirigido por Mariano Mignini. Aunque sólido en defensa, tuvo poca imaginación para superar un abigarrado planteo defensivo de la visita. Recién en la última mitad del segundo tiempo, a partir de las variantes decididas por su DT, fundamentalmente el ingreso de Goiburu, mostró un puñado de argumentos para merecer la victoria.
Más allá del poco brillo de su mañana futbolera, es justo apuntar que Kimberley fue el único equipo que quiso y generó oportunidades para quedarse con el triunfo.
Intensidad y decisión para presionar fue la propuesta local en buena parte del partido. Los rendimientos individuales, sin embargo, no le dieron sustento. El papel de los extremos es vital en el 4-3-3 que le gusta a Mariano Mignini. Pero Matías Gómez perdió más de lo que ganó y a Marco Miori no le salió una. Los dos Vázquez clarificaron poco y lo de Sebastián Chávez, que patrulló el sector central con criterio, fueron entregas con poco riesgo. La salida de abajo tampoco fue limpia y la consecuencia de todo este combo fue que Bruno Mariani, la única referencia en el área rival, interviniera poquísimo en el juego.
En una de las pocas veces que tocó el balón, a los 29’ de la primera parte, el “9” sacó un remate que Velázquez despejó sobre la línea. Salvo un remate lejano de Agustín Vázquez que picó de forma traicionera y desvió con buenos reflejos, Braian Pérez, el arquero visitante, no tuvo que intervenir en toda la parte inicial.
Tampoco lo hizo Nicolás Baéz. El Gran Porvenir esperó con orden y las líneas juntas. Pero sus incursiones ofensivas fueron muy esporádicas y sus delanteros fueron buscados sistemáticamente con balones largos y fácilmente controlables por los centrales kimberleños.
La primera mitad del segundo tiempo fue la continuidad de la chatura del primero. Recién a partir del ingreso de Goiburu por Marco Miori, el equipo local encontró otra chispa.
Un desborde del ex Cadetes, seguido de un preciso centro, terminó con un cabezazo en el palo de Santiago Vàzquez. Matías Gómez capturó el rebote con un remate violento que rebotó en el cuerpo del propio Vàzquez, caìdo después de cabecear.
Diego Martínez, a poco de ingresar, a los 29’, se enredó para rematar un buen centro de Loscalso, de pocas y buenas apariciones ofensivas, y permitió la salvada de Pérez.
El arquero visitante, muy seguro, volvió a intervenir en la recta final ante un cabezazo de Loscalso y un zurdazo de Goiburu dirigido con peligro al primer palo.
Entró Luengo y sumó una variante con sus cambios de frente. Pero parecía que el repunte no iba a alcanzar. Sin embargo, a los 44’, Rinaldi anticipó a Comas en la mitad del terreno, Goiburu recibió sobre la izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un pase por elevación exacto para Diego Martínez, quien controló con el pecho y sacó un remate cruzado imparable para Pérez.
Así ganó Kimberley. Con lo justo. Con justicia. Y su clasificación está al caer luego de tres jugados y tres ganados.